EL CONOCIMIENTO ENTRE HOMBRES Y MUJERES EN UNA NOVELA DEL SIGLO XIX: JANE EYRE
Para iniciar, debo decir que me parece interesante reflexionar en
torno al libro de Charlote Brontë, Jane Eyre. El libro apareció por primera vez
en 1847, desde su aparición fue un éxito. La obra da cuenta de la vida de una
joven huérfana: Jane Eyre. En este aspecto, podemos hacer una primera observación, la protagonista
no fue educada por la autoridad de un hombre, es cierto que los hombres no
dedicaban tiempo a la educación de los niños, menos para con las niñas, sin
embargo no podemos perder de vista que la presencia de un padre o un hermano,
era significado de protección. La protagonista carece además de un hogar, de
este modo se nos presenta como una niña y después mujer, carente de todo tipo de
protección. No obstante a lo largo de su
vida las figuras masculinas fueron seres que permitieron los cambios más
importantes en su vida, como el tío que la recogió cuando quedó huérfana, el
doctor que la atendió y cuya influencia permitió a la joven Eyre salir de
Gateshead Hall; el implacable Sr. Brocklehurst, bajo sus severas reglas
se educó la protagonista y se delineó su personalidad; el
mismo Rochester y St. John, que le permitieron conocer los opuestos de
las relaciones amorosas.
Observamos
entonces que esas figuras masculinas delineadas
por la autora pueden ser organizadas en dos grupos: aquellos que pueden
entender la condición humana de la protagonista y los que no. De este modo
aborda un tema que me parece crucial en los estudios de género, el conocimiento
que debe haber entre los seres humanos, no sólo de las características físicas
o biológicas que distinguen a todos los sujetos, sino de aquello que
precisamente nos hace “ser”. De ahí que la protagonista se describa así misma
como un “ser”, en diversos párrafos hace referencia a su ser libre, a su ser
consciente, su ser individual, etc.; es decir aquello que la identifica como
Jane Eyre y la hace única. En este sentido además se aborda y se hace evidente
la importancia del autoconocimiento.
La comprensión
de la protagonista de las figuras masculinas es también relevante en el
establecimiento de sus relaciones, estas dan pauta para percibir cómo se van
dando y cómo las afronta, es decir hasta cierto punto alejados de la dominación
social, política (podemos mencionar que incluso económica), vigente en las
formas de comprensión de la sociedad de la época y del país; pero en otros
aspectos apegadas a ellos; así observamos las diferencias en el trato que les
da a criados, servidores, y señores de la casa; su relación con unos es, de superioridad,
por su posición de institutriz y se minimiza ante los señores, precisamente por
su posición. Sin embargo en el fondo la protagonista se siente igual o superior
a ellos, nuevamente su argumento se sustenta en su individualidad y una
persistente consciencia de que es un ser libre.